Una maquinaria del aplauso

Mañana estrenará "Saltimbanco", un mojón más de un circo multimillonario
Mañana abre sus puertas la enorme carpa del Cirque du Soleil, fundada por Guy Laliberté, en su primera y esperada presentación en estas tierras. Hace tiempo que varios productores querían darse el lujo de traerlos, pero la cosa sólo se dio ahora. Ya en marcha, el engranaje se puso en movimiento y el viernes pasado comenzó a levantarse la gran carpa que tiene capacidad para 2510 espectadores.
Claro que los "chicos" del Cirque du Soleil están cancheros en esto de armar y desarmar. Pensemos que esta carpa, u otras similares de otros montajes, ya pasearon por 50 países o que los distintos espectáculos ya fueron vistos por 50 millones de personas. Sigamos, nueve millones de ellos ya vieron "Saltimbanco", justamente el show (¿o cómo habrá que llamarlo?) que desembarca ahora en las tierras gauchas. Los números podrían seguir, abrumarnos, aplastarnos, demolernos, hacernos sentir chiquitos. Es que detrás de esta maquinaria del aplauso y del asombro hay una empresa globalizada afilada hasta en sus más mínimos detalles.
Entre una cosa y otra, se construye un negocio que factura, según datos extraoficiales, entre 500 y 600 millones de dólares anuales (Nestlé Argentina, por ejemplo, factura unos 300 millones; o la filial local de McDonald´s, unos 90 millones de dólares anuales). Hace tres semanas, el Cirque firmó un contrato de diez años con una empresa tecnológica, la CGI Group, a la cual le pagarán la friolera de 120 millones de dólares para desarrollar investigaciones. Según la CNN, el Cirque factura lo mismo que la división de espectáculos en vivo de Disney.
Sólo humanos
Si uno de los signos distintivos del Cirque du Soleil es no trabajar con animales, lo cierto es que con esta decisión bajaron los costos y dieron una señal para la sociedad de una empresa defensora de los derechos de los animales y, en términos artísticos, apostaron a renovar al tradicional lenguaje del circo. Y, claro, lo lograron. "Desde el principio, crear un espectáculo era tan importante como generar dinero para producir otros y promocionarlos", apunta Mario Dámico, director de marketing del Cirque.
Ellos saben que, con hacer una presentación en una ciudad nueva, el montaje es tan contundente que las empresas locales o las que tengan sede en dicho territorio se prenderán en el próximo emprendimiento. Claro que para que la cosa funcione primero ellos deben generar un buen espectáculo. No, en realidad, primero, entre otras cosas, tienen que salir a buscar a los talentos que pululan por el globo entero.
Para ello, según parece, tienen reclutados a unos 20 mil artistas de todo el mundo que ya están en el Cirque, que están por estar o que posiblemente estén en algún momento cuando las cosas pinten si es que pintan. En algunos lugares, son vistos como los tíos ricos que tantean, examinan, compran y reclutan artistas sin competencia alguna, porque las otras empresas similares que podrían haberle hecho sombra, como un Holidays on Ice o el Circo de Moscú, no atraviesan sus mejores momentos. De hecho, pensemos, ellos son el Sol y por lo tanto generan la sombra.
En algunos lugares son criticados porque estos señores son capaces de llevarse a los mejores exponentes de la escuela de payasos rusos, los gimnastas olímpicos de los países del este europeo o los acróbatas chinos sin ningún problema. Claro, ellos tienen la carta ganadora: son el Cirque du Soleil. Y, como apunta una integrante de la compañía, no tienen competencia. Para afirmarlo apela a un dato contundente: no hay ninguna otra compañía en el mundo que tenga en estos momentos 12 espectáculos distintos en diferentes partes del globo.
"Es tanta garantía de éxito una producción del Cirque que cuatro hoteles de Las Vegas y la propia Walt Disney cambiaron la mitad de las ganancias prospectivas por una suma fabulosa dedicada, por un lado, a construir los edificios en donde se presentan las obras y, por la otra, a financiar el 50 por ciento de los costos de producción -que pueden fácilmente ascender a los 25 millones de dólares por show para el inversor externo- de cada nuevo espectáculo", escribe Alejandro Piscitelli en la página Interlink Headlines News. La maquinaria es tan rigurosa que, por ejemplo, todo trabajador de la compañía tiene sólo cuatro entradas gratuitas por año. Es tan preciso todo que entre la presentación en Santiago, Chile, y Buenos Aires, los artistas tuvieron apenas seis días de vacaciones.
De una carpa a Babel
Con los años, la troup ha roto fronteras y de aquellos primeros pasos en 1984, en Quebec, fueron armando su propia Babel en Montreal, sede central de este negocio globalizado. Allí y en las subsedes ubicadas en Singapur, Amsterdam y Las Vegas trabajan más de 3500 personas de un promedio de 35 años de edad, que vienen de más de 40 países y que hablan 25 idiomas.
La diversidad cultural es una de las claves (sin ir más lejos, en "Saltimbanco", están representados 16 países). Para Tom Peters, el "gurú de gurús", según The Economist en lo que se refiere a marketing, el Cirque "es una compañía que no crece a lo loco, lo hace a un ritmo positivo y agresivo para mantener a la organización en una situación saludable". En un seminario para empresarios que dictó en Madrid, acotó: "Todos los años ponen en marcha un proyecto distinto, y para eso, en un sector como el de servicios, es muy importante tener capacidad para innovar. Copiar no sirve".
El Cirque desarrolla trabajos con niños de comunidades de bajos recursos (de hecho, al ensayo general de hoy asistirán 450 jóvenes de distintos organismos sociales). Sin embargo, en 2003, varias organizaciones pusieron el grito en el cielo. Es que en esa temporada, el Cirque echó de sus filas al gimnasta Matthew Cusick por ser portador de HIV, sin hacer caso a los doctores que consideraron que podía actuar sin problemas. El tema lo tomó Lambda Legal, institución que apoya a personas con HIV y a grupos homosexuales. El Cirque ofreció, según indican numerosos artículos periodísticos, recontratar a Cusick para tareas administrativas. ¿Cómo terminó todo? El no aceptó y la empresa canadiense decidió pagarle una cifra récord de 600 mil dólares.
España se decía que nunca se ponía el sol, algo similar ocurre con esta empresa global del asombro. Como frutilla del postre (para todos los gustos, pero no para todos los bolsillos), en junio de este año estrenarán "Love", otro megaemprendimiento en el cual se asociaron con el legado musical de los Beatles, una marca a la que ni le hace falta cotizar en la Bolsa.
Algunos seguidores del Cirque dicen que esta compañía se está macdonalizando . Pero, claro, ésas serán apreciaciones válidas (o no) para aquellos que están acostumbrados a seguir sus espectáculos. Lo cierto es que para nosotros, casi vírgenes más allá de las veces que hemos vistos sus montajes en los canales de cable, la fiesta comenzará mañana en donde estaba la Ciudad Deportiva de Boca.
Y aunque nunca hayan estado en la Argentina, ya tienen fanáticos. Por ejemplo, alrededor del 40 por ciento de las entradas se vendieron en los primeros 10 días (con precios que van de 95 a 460 pesos, cifra similar a la que se aplica para ver "Dralion", otro espectáculo del Cirque, que está en España). Actualmente, de las 118 mil entradas, ya se vendieron unas 90 mil. El fenómeno de venta anticipada colapsó las líneas telefónicas de Ticketeck, algo similar a lo que sucedió con los Rollings Stone y U2, dos megamarcas de la cultura pop.
Sin Bono ni Mike Jagger, estos inventores de un lenguaje circense ahora sumarán un nuevo país al listado de las regiones conquistadas. Sumarán a un nuevo público que, seguramente, caerá rendido ante la magia de estos señores que ya han recorrido un largo camino.
Alejandro Cruz
LaNacion
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