COLOR Y BUEN GUSTO EN UN CIRCO CON MUCHO DE DANZA Y TEATRO

Más de doshoras de talento, color y buen gusto hicieron las delicias de un público que colmó la capacidad de la carpa levantada en Costanera Sur y que terminó ovasionando a los artistas del Cirque du Soleil,que estrenaron anoche su espectáculo "Saltimbanco".
Con una estructura clásica de circo sin animales, se fueron sucediendo las presentaciones de trapecistas, malabaristas, payasos y equilibristas. Pero la concepción moderna del género que dio en llamarse "nuevo circo", se manifestó en la suma de elementos teatrales y de danza a las clásicas habilidades circenses.
La puesta en escena desarrollada en una única pista rodeada de una platea semicircular no aportó demasiadas novedades en el diseño de luces ni en el manejo del espacio, pero la mayor apuesta se centró en el diseño y el color del vestuario.
Una multitud de payasos, que el caso del número del "Columpio ruso" sumó a 25 artistas, tuvieron a su cargo la presentación del espectáculo, invadiendo la platea y concretando una intensa interacción con el público. También se encargaron de las transiciones entre un número y otro y fueron protagonistas de algunos de los cuadros como en el caso del mencionado "Columpio ruso" o en la parodia del excelente "Mano a mano", en el que dos gimnastas desarrollaron increíbles ejercicios de fuerza y equilibrio.
Además de la participación grupal, e incluso dentro de esa participación se podían distinguir claramente la tipología típica que el circo tradicional hace de los payasos.
Entre ellos asumió un rol más que destacado el clown Amo Gulinello, protagonista de dos cuadros que marcaron de los momentos más festejados del espectáculo en los que se aunaron recursos circenses con elementos teatrales y de pantomima.
En el primero, solo en medio de la pista, sin más recursos que un micrófono que permitía oír los sonidos que él mismo generaba creó una situación en la que quedaba encerrado en un recinto que paulatinamente de llenaba de agua y amenazaba ahogarlo hasta que una desopilante comunicación telefónica a través de un celular le permite eludir el peligro.
En el segundo rescató a una persona del público (no se sabe sise trató de algo preparado o de un desprevenido espectador muy hábil para ese tipo de situaciones), con quien desarrolló un juegode espejos en el que el clown planteaba una acción y el espectador debía repetirla.
En "Adagio" una pareja y un niño sumaron elementos de danza a una sucesión de esculturas vivas de una notable belleza plástica, combinando el amarillo, azul y blanco de sus respectivos atuendos.
Los "Mastiles chinos" constituyeron sin duda uno de los momentos más impactantes de todo el espectáculo, con veinte acróbatas de ropas multicolor que deslizándose, reptando o trepando por altísimos mástiles, saltaron y volaron actuando a ocho metros de altura.
No faltó la equilibrista que vestida como una bailarina de cajita de música se deslizó en "Doble alambre" sobre dos cuerdas flojas paralelas que están a 1,20m de distancia entre sí y con un desnivel de 1,5m.
Desfilaron también una malabarista, un dúo de trapecio y hasta una especie de malambo con boleadoras.
Finalmente, Cuatro artistas combinaron cuerdas elásticas y trapecios generando una sensación de vuelo a gran altura con sorpresivos y vertiginosos descensos hasta llegar casi al nivel del piso.
Como era previsible, el saludo final desplegó en un cuadro multicolor, la presencia de toda la compañía en escena.
cronica
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